Me contó el perfume de la lana
que desde el origen
del mundo
las abuelas tejen.
Manos sabias, musicales,
afinando siempre
ese fino entramado de los hilados.
Las abuelas
tejen y tejerán siempre,
como de costumbre
pero no como rutina.
Cuando tejen las abuelas,
teje la poesía
Tejiendo tejedora vida tejes,
tu luminosidad de mí no alejes,
por tus manos la aguja se desliza
para crear el mundo que suaviza
tu sentir, tu mirar, tu pensamiento
hecho río, sol, pájaros, tormento.
Amante del color, niña no dejes
la pasión que tu hilar ágil matiza,
los pájaros volando sobre el viento.
Dame amada la vida que en la aguja
de tu arte se ilumina y se dibuja.
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